El Consejo de Ministros del 7 de julio, aprobó el Real Decreto 703/2017 propuesto por la titular de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, por el que se desarrolla la nueva estructura básica del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

INSSBTLos dos cambios fundamentales de esta nueva estructura son, por un lado, la creación de la Dirección General de Estadística y Análisis Sociolaboral, y por otro, la actualización de la denominación del INSHT. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo pasa a llamarse Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo.

El objetivo es adaptarlo a la demanda de una sociedad cada vez más sensibilizada con la seguridad y salud en el trabajo como parte fundamental del bienestar social.
Este cambio no fue del todo bien recibido, generando polémica entre sindicatos y otros miembros del sector. CCOO expresó públicamente su rechazo a la nueva denominación. Calificando el cambio de “cosmético” y que no responde a la hoja de ruta fijada en la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015-2020.

UGT, por su parte, ve “innecesario y fuera de lugar” el cambio de denominación ya que supone una excepción en el entorno europeo e internacional en materia de prevención de riesgos laborales y cree que puede suponer la liberación de la obligación empresarial de «garantizar la seguridad y salud de los trabajadores» y responsabiliza a los empleados de su propia salud laboral.

El PSOE por su parte acusa al Gobierno de “devaluar” las funciones del Instituto. El Secretario de Empleo del PSOE, Toni Ferrer, denuncia que se ha decidido cambiar el nombre “utilizando términos procedentes del ámbito de la salud pública y del ámbito sanitario y hablando de empresas saludables para ocultar la auténtica realidad del mercado de trabajo en nuestro país y desviar la atención sobre los graves problemas que tenemos en la actualidad como consecuencia de la Reforma Laboral del PP.”

Ferrer mostró su confianza en que finalmente estas modificaciones no prosperen y que “CCAA e interlocutores sociales no consientan que lo pactado en el ámbito del diálogo social se desvirtúe convirtiendo al INSHT en un mero punto de contacto a nivel europeo centrado en la investigación sobre los hábitos de vida saludables y la promoción de la salud, y no en un organismo referente en investigación, formación, desarrollo de iniciativas y buenas prácticas en materia de prevención de riesgos laborales”. “No se puede cambiar el concepto de condiciones de trabajo adecuadas y dignas y el concepto preventivo de evitar accidentes de trabajo y enfermedades profesionales por el de empresas saludables”, dijo.

Fuentes: Europa press; Nueva Tribuna; El Economista.